Mientras más conozco a mis amigos, más me doy cuenta que llevan
una doble vida. Algunos prefieren amar en silencio a personas de su mismo sexo,
otros comen galleticas cuando nadie los ve, pero es cierto que todos tienen
secretos, aunque ninguno tiene internet, y claro está, no tienen un blog como yo...
Ayer descubrí a una de esas amigas con doble vida. Ella no
ve pornografía, ni es una lesbiana reprimida, pero sí ama, con una pasión casi
nunca vista, de esas que parece sacada de un libro y que provoca envidia, celos, deseo..., una pasión tan grande, que casi no puede esconder.
Su historia comenzó hace 20 años –según me dijo-, una historia
de adolescentes. Pero lo curioso es que tras varias décadas se reencuentran, y el
roce despertó la poetisa, la creadora escondida, una suerte de Tula III (heredera
de las palabras encendidas y abrasadoras de La Avellaneda y Carilda Oliver
Labra).
Quién lo diría, una mujer conocida en Santiago de Cuba, directora
de una prestigiosa institución de la provincia, seria, que impone respeto, casi
una “coronela”, es escritora, pero no una cualquiera, de las que abre su alma y
escribe con el corazón en la mano, una poesía erótica, alterativa, con palabras
que hablan, que provoca erecciones y ganas de adelantar la noche.
Espero, por la pasión con que sigo tu blog, que no estés hablando de Teresa Melo...
ResponderEliminares una mujer, que pocos saben que es poeta (porque de la manera en que lo hace, bien podría ser llama así...)
EliminarNo, es otra mujer, y no doy más detalles jajaja.... gracias por comentar
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