Hoy promete ser un día especial, no solo porque es mi
cumpleaños, sino porque comparto la fecha con mi Venus en llama, pues por pura
casualidad, y no por complicidad entre madres árabes, cumplimos años el mismo día, con
7 años de diferencia.
Pero también es especial, porque tengo que pasar este día
sorteando invitaciones y otras malas influencias.
Tengo una mala digestión que me come por una pata, hasta las
10:21 de la mañana, ya he tenido que rechazar dos invitaciones a comer, nada más
y nada menos que garbanzos, mi plato preferido.
Lo peor que puede pasarle a un comilón, es tener mala
digestión el día de su cumpleaños…, nada un día especial, con mucho cariño y
puré de malanga con un pollo hervido.
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