21 de junio de 2015

Reflexiones infantiles: ¿Me enseñas tu condón?


¿Qué son los condones?

Preguntó un día mi sobrino. Tanta promoción en el televisor le había llamado la atención.
Primero indagó con su hermano, pero la respuesta de este es demasiado vulgar para escribirla.

No satisfecha su duda, le preguntó a su mamá. Ella se apresuró, le dijo para qué servía, le explicó su material y utilidad. Presurosa, antes de llegar a la pregunta de “¿cómo se pone?”, le dijo “espera a tu padre, él te explicará otras cosas”.

EL reloj parecía que no caminaba, y los que corrían, eran los familiares de mi sobrino. Todos le huían, se escondían en los recovecos de la casa. Nadie quería volver a ser interrogado.

Llegó la hora. El papá, sin soltar su guitarra después de ensayar con su grupo, lo recibió un par de brazos deseos por preguntar.

Papa, ¿me enseñas tu condón?


Él lo miró, con la ternura con que se mira a un niño de cuatro años.  

17 de junio de 2015

Aptitudes


Mi perra es el ser vivo de los que conozco que más actitudes tiene para ser cederista.

Pasa horas asomada por la ventana, cualquier ruido en la calle es casi un llamado obligado a mirar hacia afuera, y por si fuera poco, forma tremendo escándalo por cualquier cosa.

Pero hay un ruidito que es casi un interruptor. Es el chirrido de la reja de una puerta de una vecina, cada vez que se abre. Ella, la vecina, alquila ilegal. Tiene en su casa una casa de citas. Mi perra responde con ladridos a los chirridos de la puerta. Hay noches, que no hay quien duerma…

Mi Tula también tiene un especial lugar en la memoria para recordar a Félix, el vendedor ilegal de leche que llega a mi casa todos los meses. Ella lo huele desde lejos, le ladra casi de una forma histérica. Parece que lo denuncia, que les dice a todos quién es él y en que anda. El pobre, casi ha aprendido el lenguaje de señas, ya no pasa de la reja y en ocasiones prefiere hacer las transacciones por la ventana. Le teme a mi perra más que a la de vigilancia.

La noche es un momento especial. Mi perra siempre quiere salir, igual que la presidenta del CDR, recorrer las calles, igual que la presidenta del CDR, velar por la seguridad del barrio, igual que la presidenta del CDR, patrullar el vecindario, igual que la presidenta del CDR, pero de paso, también aprovecha y le caga el portal y el jardín a algunos vecinos,…


Quiero elevar la propuesta, la de incluir a mi perra en el CDR. Pero no sé, temo que tomen mal la propuesta. ¿Qué hago, la dejo hacer cederismo voluntario?
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