20 de marzo de 2014

El niño de las papas



La bola corría de teléfono en teléfono, como si fuese una primitiva red social donde se compartiese y comentase una noticia. Todos los diálogos empezaban y terminaban igual: “Dicen que van…. el que llegue primero le marca al otro”.

En Cuba, la venta de papas se ha convertido en los últimos años en un tema de seguridad nacional. O al menos eso parece, porque se rodea de un misterio increíble…

Eran las dos de la tarde cuando me avisaron. En una llamada me anunciaron que iban a sacar papas, y que corriera porque se estaba regando el chisme... 

Y así fue. Llegué pocos minutos después y parecía que en vez de venderlas, las estaban regalando.

Hay que ser cubano para entender qué es una “cola” (fila para comprar algo), y las complicadas e inimaginables técnicas para “colarse” (saltarse el turno) que allí se ven…

A esa hora empezaron a aparecer las embarazadas de todo el vecindario, a comprar delante de la fila…. Coño, aparecieron tantas que llegué a dudar de un periodista loco que dijo que Cuba tiene una población envejecida y que las mujeres no parían.

Es verdad que el cubano se le escapó al diablo, y parece que todos los fugitivos estaban en la cola ese día. Y peor, parecen que cuando se escaparon del infierno, se robaron un carnet de discapacitado…. 

Más colados, para que después no se diga que a las personas con problemas físicos mentales se les discrimina!!!!

Pero hay una técnica, desconocida por mí hasta entonces, que es la inspiradora de este post: el niño de las papas, una especie de renovación del antiguo uso del uniforme del policía o de la bata de médico, que antaño abría las puertas de cualquier fila.  

Resulta que un grupo de mujeres, todas jóvenes, se pasaban de brazo en brazo un pequeñín de tan solo unos meses… El niño, con su carita angelical y en medio de su sueño, se convirtió en la llave al paraíso para acceder a la papa.

Nada, que cuando se trata del cubano y de comprar las papas, se impone el principio maquiavélico: el fin justifica los medios. /jrlv

3 comentarios:

  1. jajajajajaa: ¡ muy buen artículo, muy ingenioso y ameno! Yo, si viviera en un país en el que comprar papas fuera tan complicado, me moriría. Que me falte cualquier otro alimento, pero mis papas, uno de mis alimento preferidos, ¡ no, por Dios!

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  2. genial, chino, genial....cuánto dan las colas!!!!, algún día se hará un tesis de doctorado al respecto..

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  3. excelente, sin dudas, los extranjeores tiene que encantarse con este país, si es más exótico que cualquiera de Oriente jajajaja...

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