Regresé a la universidad tres años después de haber egresado
de sus aulas. Me invitaron a participar en una conferencia sobre periodismo
digital.
Estaba en el mismo salón, con mi antiguo profesor y sin
embargo me parecía estar en otro mundo. No sé si he madurado, si he cambiado o simplemente si me he
estancado.
Antes tener un celular era una nota distintiva, casi una
superficialidad. Ahora no. Me pareció estar en una gran sinfonía de melodías,
fragmentos de canciones de reguetón y sonidos de Nokia, Samsung Galaxy…
Ahora ves más calzoncillos de hombres que elásticos de
tangas de mujer. Ves un mar de peinados cómicos, raros, con nombres de
artistas, piernas afeitadas (sin distinción de sexo), laptops, tablets, handtops,
mini laptops, smart phones… coño que ahora lo raro son las libreticas que te
dan en las escuelas, con la tabla de multiplicación detrás…
Regresar a la universidad me hizo conocer de primera mano que
no hace falta tener diez años de más para pertenecer a “otra generación”.
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