¿Te ha sucedido que te creen más de lo que en realidad eres? ¿Qué malo, verdad? Te sientes presionado, tienes que llenar una falsa expectativa y no sabes cómo, eso le añade más tensión al asunto. Entonces ya no te preocupas solo por hacerlo bien, sino por no quedar mal con los demás… Nada peor que eso, no crees?
Cuando todo termina, pueden pasarte dos cosas: que crean que solo ha sido una pequeña falla y que tendrás otra oportunidad para demostrar todo lo que eres y sabes, o por el contrario, que definitivamente no eres quien ellos pensaban, algo así como un fraude, una decepción.
Una vez descubierto, no te queda otra opción que vivir desde el fracaso. Pero tal vez no sea tan malo, porque así haces todo sin la presión de otros que esperan algo de ti, y en cambio, lo que logras, lo disfrutas como si fuera la primera y la única vez. /dgp
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