Necesito una buena noticia, hoy he recibido dos muy malas.
Involucran a dos personas queridas.
Una, la madre de un gran amigo; la otra, una persona
conocida hace tan solo dos años pero que con su cariño, realmente se ha ganado
mis afectos.
Las dos noticias duelen, con cojone, tanto que me hacen
sentir vergüenza por llegar sonriendo al trabajo temprano en la mañana y por molestarme
al no cumplir un simple capricho...
Son días como estos los que te hacen madurar un poquito, te
obligan a hacer una pausa y pensar, sobre todo pensar, en las cosas que son
verdaderamente importantes…
Este no es el post que me gustarían que comentaran o compartieran, es un post de desahogo
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