En Cuba hacer un regalo de cumpleaños es una cosa seria y
complicada. Para un cubano de a pie requiere tener conocimientos de las
ciencias sociales, el márketing, psicología y hasta economía del hogar.
Primero hay que planificar la cantidad de aniversarios por
fecha, para ir haciendo el presupuesto. Aunque hay que incluir un dinero extra
para los imprevistos: dígase el que se acuerda de su cumpleaños a última hora,
el nuevo miembro de la familia, el que te resolverá algo y uno de otros deslices
de la memoria.
El segundo paso es analizar cada mes en cuestión. Me explico
mejor.
Por ejemplo los cumpleaños de mayo corren el riesgo de
coincidir con las celebraciones por el Día de las Madres, y eso conlleva a un
desabastecimiento de las tiendas. Por eso, desde abril, hay que ir pensando en
los nacidos en el mes de las lluvias. Lo mismo sucede con los de diciembre (fin
de año) y los de agosto (compra de ropa, zapatos y utensilios escoalres).
Independientemente de la fecha, siempre hay que afilar el
oído y escuchar cualquier tipo de rebajas. Esas son como el pollo que llega a
la carnicería, no tiene fecha de llegada, es escaso y te resuelve un gran problema.
Por ejemplo, dos toallitas por un dólar, vasos de 50 centavos, galleticas a
punto de vencer…. Son algunos recursos que te permitirán regalar a varias
personas, con menos gastos.
Esta solución requiere, por supuesto, tener algunos billeticos
escondidos en algún recóndito y oscuro lugar de la billetera o el monedero,
casi al lado de un letrero que dice “úsese en caso de emergencia”.
Las conversaciones familiares suelen ser una buena fuente de
información. Esa es mi tercera recomendación. Parlamentos que suelen comenzar
con “me gustaría…”, “necesito…” y “quisiera…”, con frecuencia están seguidos de
quejas, lamentos, suspiros… Si se ajusta al presupuesto, métale caña, así
garantiza la efectividad. ¡100% garantizado!
Mi cuarto consejo, y no falla, son los niños. Regalarle algo
a un pequeño, sin importar que familiar sea el cumpleañero, es resolver el
problema. Siempre se contará con el agradecimiento de su pariente, y usted sale
ileso.
El quinto y último consejo. Aprenda a hacer cakes, flanes,
pudines… suelen contar con muchos adeptos y es un regalo barato. Además, con
uno, puede regalar a varias personas de un mismo hogar, y así, matas varios
pájaros de un tiro.
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