El sexo del lunes es a “high speed”.
Rico como un café caliente, capaz de perdurar en el ánimo
como un buen desayuno con huevos en el estómago, pero rapidito porque a las
ocho de la mañana hay que estar en el matutino del centro de trabajo.
Tienes que saltarte algunos pasos, despreciar el mal
aliento, las lagañas e ir directo a la erección de primera hora.
El sexo en los amaneceres del resto de la semana es como una batidora... bajando la velocidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario