Era una vergüenza para su especie: no tenía ningún interés en cazar ratones y comía queso como una desquiciada.
Me dijeron, "lleva para tu casa una que sea hembra, ellas sí cazan"... o estaban equivocada, o era hermafrodita.
No voy a olvidar que fue el regalo de una amiga, ni que me acompañaba a trabajar, todos los días a las seis de la mañana...
EPD, Pupi....
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