31 de enero de 2014

Tres segundos de gloria



Caminaba con un swing que hacía voltear hasta un maricón. Sus nalgas y piernas se movían con una ricura que solo logra una mujer cuando lleva tacones altos apretados.

Como guión de una novela, salió de la Universidad a las 6:15 pm. Llevaba su falda corta de mezclilla azul, con el largo que le gusta a los hombres y que mal ven otras mujeres.

Caminaba orgullosa. Sabiéndose buena, le decía a todos que no le importaba lo que pensaran. Ella es de las que si hay que montar a caballo, no lo hacía de lado, sino con las piernas abiertas, como debe ser, como hacen los hombres.  

Caminaba aprisa. Subiéndose su pequeña falda cada 8 pasos. Al llegar al borde de la acera extendió su mano y detuvo un motor.

El custodio de la entrada, desde que la vio, se acomodó para disfrutar de los tres mejores segundos del día. /jrlv

29 de enero de 2014

Los intocables



Para mi mamá los huevos son intocables.

Ella dice que son como el Zorro: llegan a la hora indicada, justo antes del suicidio familiar.

Lo que más le gusta es su versatilidad: frito, revuelto, hervido; incluso, varios de ellos juntos, en tortilla y con salsa china, se asemejan a un bistec de carne de res…

Pedir uno para hacer un dulce o para merendar (entiéndase comerse un huevo fuera del almuerzo o la comida de la noche) es casi enfrentarse a un proceso burocrático.

Comienza el cálculo de los días que restan para terminar el mes, la disponibilidad en el mercado, estudiar a “profundidad” el cronograma de llegada de productos cárnicos a la carnicería, y al final, casi siempre es mayor el daño psicológico a padecer la necesidad de no tener huevo que el deseo de comerlo.

A veces pienso que ella desea coleccionarlos, que va a confeccionar una libreta de abastecimientos familiares para normar el consumo de huevos por personas, o peor, que necesita, como las gallinas, tener siempre uno el refrigerador…

Nada, que los huevos son, definitivamente, los intocables. /jrlv

23 de enero de 2014

La época de la indolencia



Mi Tula ha decidido ser irremediablemente indolente.

Dice que ni el hueso más suculento, el gato del vecino que disfruta perseguir, y mucho menos el arroz con picadillo de soya que le tengo guardado, la hacen abandonar ese pequeño reino que ha construido en mi cama, entre mis sábanas.

Dice que es el cambio climático el motivo de tanta indolencia. /jrlv

Teoría callejera del caos



El movimiento en la calle era inusual. Las personas corrían sin un patrón, chocaban, se empujaban, no seguían ninguna otra lógica que la supremacía del más rápido. Se movían diagonalmente, horizontal y vertical, zigzagueaban, se viraban bruscamente, se detenían en cualquier puerta, entraban. Otros gritaban, llegaban apresuradamente a los hogares y corriendo salían con vasijas, bolsas plásticas…

-          ¿Pasa algo?
-          Niño que llegó el picadillo a la carnicería.
-          ¿Y es de res? –pregunté asombrado por tanta algarabía
-          Jajajaja… que comemierda eres –me respondieron
/jrlv

22 de enero de 2014

¿Me abrazas?



Me dijo con ojos llorosos.

Yo, pensando que había hecho algo malo, le pregunté: ¿Qué hice? Perdóname.

Mi mente se aceleraba. Pensaba con qué mujer había hablado recientemente en la calle. 
Recordé el churro que me comí con una amiga. Hice cálculos, la llamada que recibí y no dije quién era, el sms recibido de cualquier página web…

En fin nada, no recordaba algo que pudiese motivar esa pregunta.

Pregunté nuevamente: ¿qué hice, por qué estás así? ¿Te lastimé? ¿Por qué me pides que te abrace?

Ella respondió: nada, es que tengo frío… y todo quedó ahí. /jrlv

20 de enero de 2014

Una camioneta demasiado seria



Desde que me subí, noté algo inusual en la camioneta. La gente estaba seria, con la mirada esquiva. Los jóvenes llevaban los pantalones en alto, aunque no tuvieran cintos, no enseñaban su ropa interior. Los viejos, tenía ese rostro que solo ellos saben poner cuando algo les molesta, les ofende.  Y las mujeres, aunque disimulaban, mostraban cierto asco en sus miradas.

Yo estaba justo en la entrada, muy apretado, sin poder saber qué pasaba. En eso, desde el fondo, un celular comienza a sonar “At first i was afraid i was petrified/ kept thinkin' i could never live without you by my side;/ but then i spent so many nights/ thinkin' how you did me wrong”…( Tema I Will Survive, de Gloria Gaynor).

Mirando entre los huecos que la gente deja con sus brazos, justo en el fondo de la camioneta, pude ver el origen de tanto malestar: una pareja de gays, viviendo explícitamente su desenfado, sabiéndose no ser gatos y no tener siete vidas para esperar que se acomode mundo, se cogían de la mano, cruzaban miradas, reían, sonreían, y dejaban caer sus ojos con una feminidad exaltada.  /jrlv

Vigilando al perro



Una señora de más de 50 años, mientras mastica una cremita de leche y vigila a su perro, reflexiona: mi vida es una mierda, no tengo familia en la yuma, ni pariente médico que esté en Venezuela. No soy nieta de español, ni tengo deportistas o músicos en mi descendencia, no he terminado de pagar los artículos de la revolución energética, ni siquiera tengo un buen portal para alquilarlo a un cuentapropista… /jrlv

18 de enero de 2014

La respuesta


A la mierda con la sinceridad, está sobre valorada. Me quedé sin sexo por ser honesto.

Sinceridad es decir a dónde voy, con quién estaba o a qué hora llego. Pero nunca jamás la honestidad debe usarse cuando pregunten ¿me veo bien? ¿cómo me queda este vestido? ¿verdad que tengo barriguita? /jrlv


16 de enero de 2014

Reflexiones infantiles: la comida del círculo



¿Qué comiste hoy corazón?

Día uno: Arena de playa, estaba mala y no me la comí, no tenía sal. (harina de maíz)
Día dos: Carne de serpiente (espaguetis)
Día tres: Comida de Popeye (espinacas)
/jrlv

15 de enero de 2014

Fórmula de la felicidad


He descubierto la fórmula de la felicidad aplicable en cualquier país: ser ciego, sordo, mudo y bruto /jrlv

La edad de la inocencia



- ¡Buen chivo!, ¡buen chivo! Gritaba un hombre en la calle mientras arrastraba un 
  magnífico animal.

- ¡Buen chivo!, vecina ven a ver un buen chivo pa´tu cocina.

- Mientras, caminando gallardo, exhibiendo sus buenas patas, sus enormes huevos, 
  caminaba el chivo al lado del viejo mientras entre pequeños brincos de alegría 
  pensaba “¡Cómo me quiere mi viejo! Quiere que todos vean lo bueno que soy…” 

 /jrlv

13 de enero de 2014

¿A dónde van los desaparecidos?



¿Dónde están los desodorantes de las tiendas? ¿El champú sunsilk, el sedal anticaspa y el desodorante Obao? ¿Y el perfurme Vorago? ¿Qué pasó con mi comedor obrero? ¿A qué remoto paraje fueron a dar los aires acondicionados rusos y las hornillas “inventadas”?

¿A dónde van los desaparecidos? ¿Y por qué es que se desaparecen? /jrlv

10 de enero de 2014

Carta al director del equipo Santiago



A continuación, reproducimos la carta enviada por los integrantes de la Peña Deportiva Plaza de Marte al director del equipo Santiago, Luis Danilo Larduet, ante la repercusión de los refuerzos pedidos por el DT para la segunda etapa de la SNB.


Estimado Luis Danilo Larduet:


Le escribimos para informarle oficialmente que no seguiremos apoyando a las Avispas en esta 53 Serie Nacional de Béisbol. Ayer lo vimos muy optimista y sonriente pero la verdad es que no estamos muy seguros. Imagínese que cuando terminó el pedido de los refuerzos, el pueblo se congregó al frente de nuestra sede en la Plaza de Marte para exigirnos una explicación. 

Nosotros, que no tenemos que ver con las decisiones, les dijimos que tenían que esperar a que usted llegara a Santiago, pero el pueblo alegó que ya estaba bueno de peloteo, que ya era hora de dar la cara, que no aguantaban más… Tan fea se puso la cosa que llegamos a pensar que se habían equivocado de lugar para exigir demandas.


La verdad es que los aficionados no entienden mucho lo que pasó ayer. Dicen que por qué empezar con Despaigne, que dónde lo pondrán a jugar, que si quitarán a Edilse, qué quién es el tal Alberto Soto, que para qué Mendoza… Fíjese hasta qué punto han llegado las cosas, que ya nadie se acuerda de los precios de los carros. 


Le reitero que estamos preocupados por lo que pueda hacer la gente. Hay mucho alboroto; ni cuando dijeron que la balita de gas costaría 130 pesos la gente se puso así. Pero ya usted ve, la pelota no es un juego, aunque parezca lo contrario. 


Seriamente

Peña Deportiva Plaza de Marte /dgp

9 de enero de 2014

Temores (I)




¿Te ha sucedido que te creen más de lo que en realidad eres? ¿Qué malo, verdad? Te sientes presionado, tienes que llenar una falsa expectativa y no sabes cómo, eso le añade más tensión al asunto. Entonces ya no te preocupas solo por hacerlo bien, sino por no quedar mal con los demás… Nada peor que eso, no crees? 

Cuando todo termina, pueden pasarte dos cosas: que crean que solo ha sido una pequeña falla y que tendrás otra oportunidad para demostrar todo lo que eres y sabes, o por el contrario, que definitivamente no eres quien ellos pensaban, algo así como un fraude, una decepción. 

Una vez descubierto, no te queda otra opción que vivir desde el fracaso. Pero tal vez no sea tan malo, porque así haces todo sin la presión de otros que esperan algo de ti, y en cambio, lo que logras, lo disfrutas como si fuera la primera y la única vez. /dgp

Un cascabel que no deja de rodar



¿Quién tiene la culpa?, ¿el que alquila su portal porque el salario no le alcanza?, ¿el cuentapropista del portal porque quedó disponible?, ¿el inspector que se deja sobornar porque no le alcanza su salario?, ¿el cliente que se queja de que el cuentapropista tiene lo que no hay en la tienda, y que no le alcanza su salario?, ¿el tipo de la tienda que le avisa al cuentapropista de los nuevos productos que llegan, que lo soborna porque su salario no le alcanza?... ¿quién tiene la culpa?...

8 de enero de 2014

Vida sana


Prefiero ver la parte buena de la gente. Mira que me dicen que no, que la gente no es tan noble, que deje la bobería, que voy a pasar tremendo susto… pero me cuesta. Entre mi despiste habitual y mi haraganería, nunca caigo. Para darse cuenta de las malas intenciones hay que estar pendiente y eso me agota. Si me hacen algo malo, entonces mi mala memoria hace que lo olvide muy rápido. En fin, que prefiero mi bobería, más sana y menos estresante.

Situación límite



Me juego la vida: una prueba final, llego tarde, profesor con mala cara, no entiendo el examen, busco ayuda y nadie me mira, me esfuerzo, cierro los ojos, aprieto los labios, frunzo el ceño, odio al profesor, odio a la humanidad, me compadezco de mí, tiempo acabado, se me acercan, pongo mi cara de lástima, me quieren quitar la hoja, la sujeto, me hacen fuerza, me paro, me enfrento, logran quitármelo, mi vida acaba, y justo en la mayor tristeza…. Ufff, despierto. Maldito sueño, o mejor dicho, bendito sueño.
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